Esta es nuestra mesa bajo la encina. |
A continuación, después de recoger, con bastante calor y en plena siesta, comenzamos a andar.
Encontramos árboles monumentales, fresnos, robles y como muestra este quejigo:
La ruta discurre por la Cañada Real Segoviana:
Llegamos a la Fuente de la Canaleja. Disfrutamos de agua abundante y fresquita y allí, sobre un roble, estaba esta curiosa escultura:
Seguimos ascendiendo, cada vez más pendiente. El paisaje primaveral, !EXPLÉNDIDOS LOS FRESNOS¡
¡EXPLÉNDIDO EL ROBLEDAL! Vimos abundantes arces de Montpellier y algún cerezo silvestre.
Y llegamos al Puerto Marchés cansados pero contentos:
¿Qué se ve allá arriba?
Por un lado la provincia de Toledo y por el otro Ciudad Real con la Raña de Cabañeros.
Aquí podéis observar el paisaje que se divisa:
¡No nos quedamos allí!, bajamos y nos fuimos a nuestras casas. Al día siguiente fuimos al cole.
No hay comentarios:
Publicar un comentario